-Hola, ¿puedo sacarte una foto?
-¿Perdón?
-Me gustaría fotografiarte.
-No soy modelo.
-No me importa. Eres perfecta.
-No me gusta que me saquen fotos.
-Es que allí sentada, con el cigarrillo en la mano, harías una perfecta foto en blanco y negro. Y no me sentiría bien si lo hiciese sin tu consentimiento.
-Está bien. Pero hazlo rápido. En serio, me pone incómoda. ¿Tengo que hacer algo?
-Nada. Sólo olvídate que estoy.