Katie soñó con ser princesa toda su vida. Se imaginaba a sí misma llevando un largo vestido, zapatitos con moño y tiara en su cabeza. Un día conoció a Mike, un príncipe azul. Se enamoraron y tuvieron una niña llamada Cathy, una princesita desde su nacimiento. Katie nunca logró ser princesa, pues pasó directamente a ser reina.
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